martes, 14 de diciembre de 2010

Iconicidad y abstracción

     Un espectador tiende a tomar su propio contexto como marco de referencia al realizar cualquier tipo de análisis del mensaje. Los mensajes adquieren el significado que la experiencia permite leer en ellos, así como el que hemos aprendido a atribuirle, en función del contexto en el que nos hallamos inmersos. 
     En la medida en que el objeto representado muestre una mayor coincidencia con la realidad, diremos que tienen un alto nivel de iconicidad.

Podemos establecer una escala de iconicidad en relación con la similitud a la realidad:

  • Fotográfica

                Una fotografía es la imagen más real posible.



  • Animación de objetos: Es una variante de la iconicidad fotográfica, pero el hecho de animar artificialmente objetos inanimados altera sustancialmente la referencialidad y la verosimilitud de la imagen.
     Estos objetos son animados, inmóviles, pero al animarlos artificialmente estamos distorsionando la realidad.



  • Imagen por ordenador
                 Una imagen creada mediante el ordenador puede representar situaciones reales, pero no deja de ser una distorsión trucada de la realidad.


  • Dibujos animados
                Los dibujos animados están inspirados en detalles de la realidad, pero no la representan.

  • Escritura: Como imagen visual constituye una especial forma de iconicidad.
  • HSREAW
                    La escritura (como imagen) es una representación de la realidad, es un tipo especial de iconicidad.


   Pero para una comprensión más básica y generalizadora de la escala de iconicidad, algunos teóricos establecen tres niveles fundamentales de iconicidad, de mayor a menor, de las imágenes:

  1. Representativo: la percepción directa por parte del receptor del referente visual se establece desde un nivel de codificación bajo.
  1. Simbólico: establece una mayor simplicidad en la representación de la imagen referencial que así contiene, codificada lingüísticamente, referencialmente, mayor complejidad.
  1. Abstracto: reduce la imagen a sus componentes visuales más básicos. El nivel de codificación es alto.
Naturalmente, el mayor grado de iconicidad lo representa el propio objeto, cuanta mayor diferencia exista entre la realidad y la imagen, más se aproximará hacia lo abstracto.


     Las representaciones que tienen un alto grado de abstracción requieren del observador un mayor entrenamiento en la codificación y decodificación de los signos. Estas representaciones guardan muy poca similitud con la realidad, tan solo en los en los niveles visuales más básicos.

Las imágenes abstractas presentan una deformación de la realidad y la única relación que guardan con ella es a nivel de los elementos más básicos. Son difíciles de interpretar. Se podría decir que tienen un aspecto subjetivo: intentan provocar sentimientos distintos en las personas.





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